viernes, 23 de diciembre de 2011

Estampa Popular. El arte de ser juez y parte

 

«Suburbio» Ricardo Zamorano Linograbado b/n sobre papel
A primera vista, son dos personas. Aparecen sentadas, con los brazos adelante sujetando las piernas. Como esperando. Y miran. A mí. (¿A mí?) Una de las personas está descalzada: se aprecian claramente los dedos y las uñas de los pies. Son líneas blancas y finas, que destacan también rasgos de los rostros. Las piernas de la otra persona aparecen cubiertas por una manta. No, no es una manta. Es un pantalón; se ve clarita la ondulación de las rodillas. Está ahí, dibujada en lo negro. Dibujar desde los blancos. Dibujar desde los negros. Una expresión elemental, sin grises intermedios. Pero con una atmósfera especial: los fondos y los personajes mirando más allá, hacia un lugar sin límites. Están dándole la espalda al círculo que invita al sabor de una bebida y que, atentamente, registra la observación. Ahora, así, compartimos ese silencio.
Reflejos en blanco y negro
«Suburbio» es el título del grabado cuyo autor -Ricardo Zamorano-, fue uno de los iniciadores de la movida artística conocida en los años '60 como Estampa Popular, y que se desarrolló en varias ciudades de España. Utilizando la técnica del grabado, se le ha atribuido tratar temas «sociales» desde una postura «realista». A fin de no caer en lugares comunes, ni en clasificaciones fuera de lugar, digamos que Estampa Popular tuvo un impulso de poesía y denuncia o, en otras palabras, la voluntad de testimoniar desde el arte. En la declaración de principios del grupo fundacional de 1959, se registra « que un arte al servicio del pueblo ha de reflejar la realidad social y política de su tiempo y requiere imprescindiblemente la unión y contenidos y formas realistas. » Pero más que la formalidad enunciativa del manifiesto, la intensidad de aquella movida es más palpable desde las propias sensaciones de los protagonistas que aquí reproduciremos. Tal el caso de Manuel Calvo, quien se sumó a Estampa Popular en 1962.
« Dar una pincelada, rasgar con una fusta o un metal, dibujar, plasmar una idea, realizar alguna cosa comporta una visión de lo humano, una actitud vital, sea reflexiva o impulsiva, y está impregnada inevitablemente del contexto social y político en que se desarrolla esa acción. Todo quien permanece en el quehacer artístico -llamémosle, convencionalmente, hacerlo fácilmente entendible-, sigue uno o diferentes caminos; y todo eso es reflejo de impulsos, meditaciones o distintas actitudes ante la vida. Ahí sí, creo, podríamos hablar de lo estético y lo ético como fundamento; de la forma y el contenido, y de cómo, a veces, uno intenta separarlos y no lo consigue. »

«Sin título» Antonio Valdivieso (1960) Linograbado b/n sobre papel
¿Pero quiénes fueron los que asumieron esta tarea desde lo colectivo, y haciendo grabados? ¿Para quiénes? Vale un vistazo, entonces. Pasen todos y vean. Las puertas están abiertas: Estampa Popular expone. La memoria invita.

«Campesino» - Adán Ferrer Xilograbado b/n sobre papel
«El sillero» Francisco Cuadrado (1960) Linograbado b/n sobre papel
Libertad en el aire y en la tierra
« Estampa Popular se formó con un grupo de artistas amigos, que por ese tiempo hacíamos lo que se denominaría arte social, en el cual además de pintura se trabajaba el grabado, y por tanto fue esa la imagen inicial del grupo. »
Artistas. Amigos. Y de Madrid. Luis Garrido integró el grupo inicial que surgió en la capital española, y del que emanarían después otros autónomos en Sevilla, Córdoba, el País Vasco, Valencia y Cataluña. Eran los tiempos de Francisco Franco. Eran los convulsionados sesenta en una Europa que rechiflaba aires de libertad por las rendijas. Poetas, músicos, intelectuales: en todos ellos nacía el gesto contestatario hacia aquella dictadura.
« Política e ideológicamente -recuerda Adan Ferrer, otro integrante-, el grupo de Estampa Popular era heterogéneo, no homogéneo ni compacto. Había una gran diversidad, y desde mi punto de vista el denominador común era el hecho de ser antifranquistas y republicanos. »

«Jornaleros, España, loma a loma» - Ricardo Zamorano - Linograbado b/n sobre papel
Sus antecedentes artísticos más inmediatos eran la gráfica mexicana y la fuerza vanguardista de Picasso. Sin embargo, en el uso del grabado Francisco de Goya se ubicaba en la referencia directa, tanto en lo temático como en la simplicidad de los trabajos. Tal como sucede en el dibujo «Por liberal» de Goya, y el linograbado sobre papel titulado «Por rebelde» de Rafael Solbes, cuyos patetismos atraviesan los tiempos. La denuncia de la rebeldía como delito en Goya es testimonio de la persecución política que vive de cerca, en tanto que en el otro parece remontarse a tiempos medievales.

«Por liberal» - (1802) Goya

«Por rebelde» -Rafael Solbes (1964) Linograbado b/n sobre papel
Cuentan Arturo Martínez, Pascual Palacios Tardez y Antonio Valdivieso sobre las ventajas y los propósitos que tenían los grabados.
« En España por aquellos tiempos el grabado dormía el sueño de los justos -recuerda Antonio Valdivieso-, y el interés común va a ser el despertador junto a nuestra tarea de lo social y realista, y también por tratarse del grabado político ». Comenta Arturo Martínez que « cuando el grupo de artistas se planteó el vehículo de comunicación, se pensaron las condiciones que había de cumplir dicha obra: rapidez de ejecución (exigencia fundamental por tratarse de un arte de urgencia), posibilidad de difusión (los trabajos tenían que ser producidos en forma masiva para una larga escala de distribución), abaratamiento de la obra (que permitiría a las clases menos favorecidas la posibilidad de su adquisición). Estos tres aspectos provocaron la elección del grabado como medio de expresión. » « Y del grabado -agrega Pascual Palacios Tardez- se eligió la técnica del linóleum y la xilografía, porque con su austeridad y sus trazos vigorosos se argumentaba la fuerza del mensaje, a la vez que se armonizaban los diferentes estilos de cada uno. El tema quedaría obligado a la defensa de los más oprimidos, pero con la libertad de elegir aquel más apropiado a la sensibilidad del que lo realizara. »

«Hambre» Sol Panera(1968-1969) Grabado b/n sobre papel

«Sin título» Manuel García Merina - Grabado b/n sobre papel
El gurú Pepe Ortega
Todos los que atravesaron por Estampa Popular reconocen en José Ortega al iniciador de la movida. En efecto, ya en 1957 -dos años antes de la fundación de Estampa Popular- este artista publica un manifiesto, con motivo de una exposición suya en Madrid, titulada « Teoría realista sobre el hombre como ser social ». En ella expresa que « toda obra de arte auténtica implica conectarse del hombre, y es una consecuencia, una revelación profunda de la realidad, de la estructura ideológica que forman las relaciones humanas de una época ». Aboga por un arte que no sea reflejo pasivo ni evasivo de la realidad, « sino una realidad interpretada por el artista y proyectada hacia una mayor comprensión de la vida y del hombre. » Al fundar Estampa Popular en 1959 José Ortega propone realizar exposiciones itinerantes del grupo por toda España, y va contactándose con nuevos artistas a quienes enseña la técnica del grabado blanco y negro sobre papel. Así surgen grupos de Estampa Popular con artistas de Sevilla, Córdoba, Valencia y otras ciudades. Sin embargo, él se ve obligado a exiliarse en París debido a su militancia de izquierda que no abandona. Es más, el grupo fundacional se divide cuando Ortega exige desde París la dirección de Estampa Popular, a fin de convertirla en el brazo político-cultural del Partido Comunista de España. Por supuesto que, como en todo grupo activo, las discusiones entre los artistas no estuvieron ausentes. Veamos con más detalle de qué trataban.

«Sin título» Jose Ortega -Grabado b/n sobre papel
Putas disputas
Las dudas y los desafíos suelen ir de la mano, especialmemte cuando se cruzan intención y conciencia en la obra artística. En Estampa Popular se tocaron temas, de forma y de fondo, que dieron de qué hablar.

«Autorretrato con sobrero de rico 
para ver si me gusta la monarquía» 
Francisco Cortijo - Grabado b/n sobre papel
« Las discusiones entre los miembros de Estampa Popular eran enriquecedoras -evoca Manuel Calvo-. Conste que había algunos puntos simplemente pueriles: ¿Debía retocarse un grabado, iluminarlo, después de estamparlo en blanco y negro? ¿Debíamos constituir una cooperativa? ¿Cuáles eran los precios adecuados? ¿Podrían formar parte del grupo los artistas llamados abstractos? ¿Cómo exponer en las fábricas, en las universidades? ¿Qué hacer con las galerías? Yo era de los que opinaba que el espíritu de Estampa Popular había que mantenerlo en el lenguaje con que se inició. »
La presentación en público de las obras eran detalles no menores a la hora de decidir salir a la palestra.
« Desde el primer momento -alude Francisco Cortijo, del grupo de Sevilla- yo voy a mantener la idea de que era más interesante para cumplir nuestro doble objetivo, social y artístico, exponer en salas de exposiciones de cierta relevancia. Otros eran de la opinión de que debíamos hacerlo en lugares más populares. »
A su vez, al calificar a Estampa Popular como «arte realista», sin mayores especificaciones, se ponía en el centro de la discusión la esencia del movimiento que estaba desarrollándose, a riesgo de caer en lugares comunes.
« Nuestras discusiones -nos dice otra vez Ricardo Zamorano- versaban sobre cómo definir el realismo: si "realismo" a secas, "realismo social", "realismo crítico", "realismo testimonial", pero nunca "realismo socialista". Discutíamos textos de Luckács, Fisher, Gramsci, etc. El tema político estaba presente en todas las discusiones. »

«Del camino» Cristóbal Aguilar (1961) Linograbaddo b/n sobre papel

«Sin título» Mauri - Linograbado b/n sobre papel

«Sin título» Rams (1966)Linograbado b/n sobre papel
Claroscuros
Estampa Popular tuvo presencia continuada en España hasta 1970; sin embargo en años posteriores -con intervalos- se realizaron exposiciones hasta 1981. Muchos de aquellos artistas aún viven. También sus obras. Y especialmente las memorias, que nos regalaron esta visita por este rato.
« A mi entender -evalúa Adán Ferrer- Estampa Popular aporta una serie de aspectos muy interesantes: la formación de un grupo colectivo de grabadores, actividad a la cual se suman un buen número de poetas y escritores; el hecho de que todo este grupo eligió libremente el aspecto social y ético para denunciar a través de su tarea y, finalmente, la divulgación de aquellos trabajos a un público extenso y heterogéneo, más popular y menos elitista: fábricas, universidades, galerías de arte, etc. »
Naturalmente que este breve repaso por lo que significó Estampa Popular no nos debe dejar pensando en el pasado. O a lo mejor sí, pero desde nuestro presente. ¿O estamos tan asqueados de injusticias que ni nos mueven un pelo? Opina Francisco Alvarez:
« Las condiciones políticas han cambiado, pero subsisten muchísimas de las injusticias que inspiraron el nacimiento de Estampa Popular, por lo que no sería imposible un resurgimiento, tal vez mirando la realidad desde una nueva manera pero con la idea de contribuir a las mayorías a través del arte. »
La certeza de una obra inconclusa predispone el cuerpo y el espíritu a estar en marcha, por lo que falte conseguir. Tal es el ánimo en estas palabras de Dimitri Papagueorguiu y José Duarte.
« Tal vez el pueblo, en aquellos tiempos, no estuviera en condiciones de recibir el mensaje completo -asegura Dimitri Papagueorguiu-. Pero el pueblo de hoy no lo ha de ignorar .»

«Adiós hermano...» José G. Ortega - Linograbado b/n sobre papel
« El romanticismo revolucionario es muy bueno -aclara José Duarte-, nos dio muchas cosas y sufrimos no pocas decepciones. Probablemente, ahora actuaríamos de otra manera, pero creo que no es posible vivir sin utopías y sin ideales. »
El balance parece ser un claroscuro nostálgico para los que la vivieron. A nosotros nos quedan esos ejemplos de lucha y compromiso, la evidencia de las manos a la obra. Y la invitación -absurda y, por eso mismo, creíble- a que esta exposición no cierre.


BIBLIOGRAFÍA:
  • Institut Valencià d' Art Modern (IVAM) Centre Julio González (1996) Estampa Popular, Valencia. (Las citas seleccionadas han sido extraídas de distintos relatos elaborados especialmente por los artistas para la publicación citada)

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