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Historieta en cuatro recuadros
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Cuando Quino pone fin a la tira (1973) hay un pico de la violencia política en Argentina, que prontamente va girando a la derecha durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón y su esposa María Estela Martínez (1973-1976). Después vendría la larga noche de la dictadura militar. De haber continuado Mafalda el personaje real, hoy sería una desaparecida más. | ||||||||||||
Nombres, personas y personajes | ||||||||||||
Quino bautiza a su personaje a través del hallazgo feliz de ese nombre en la novela «Dar la cara» del escritor argentino David Viñas. Sin embargo, es en Italia donde conoce el destino trágico de otra homónima: la princesa Mafalda de Saboya, hija de Víctor Manuel III, que terminó sus días en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. | ||||||||||||
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Don Manolo, padre del personaje Manolito, responde al padre de otro viejo amigo de Quino -hombre del periodismo también-, Julián Delgado. Él había sido quien le solicitó a Quino las tiras de Mafalda para «Primera Plana», mientras era su director, hasta que ambos se distanciaron por la propiedad de la historieta, registrada a nombre del semanario y no de su autor. En junio de 1978 Delgado fue secuestrado por un grupo de tareas (análogos a los escuadrones de la muerte de las dictaduras latinoamericanas), y continúa desaparecido hasta la fecha. | ||||||||||||
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A los padres de Mafalda no se les conocen nombres pero sí sus actividades: él es un oficinista que tiene a las plantas por pasatiempo, y también es el principal destinatario de las preguntas de su hija. La madre, por su parte, es un ama de casa que abandonó una carrera universitaria para dedicarse a las tareas domésticas; situación que Mafalda le reprocha una vez y otra. De ambos la niña conoce sus mañas: los «nervocalm» para las seguidas crisis del padre; y los platos de sopa de la madre que Mafalda resiste aceptar. | ||||||||||||
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País de historieta | ||||||||||||
A través de los personajes desfilan visiones y fragmentos de época que Quino rescata. Entre ellos mencionamos: | ||||||||||||
La clase media | ||||||||||||
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La familia de Mafalda vive en un departamento, posee un coche -el memorable Citröen 3CV-, y los padres arrastran la rutinaria vida de «venir a ser clase media» como algo incompleto; vivencia que la niña no termina de entender. | ||||||||||||
Los «planteos militares» | ||||||||||||
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La tira apareció durante un interregno de democracias débiles e ilegítimas, cuando el partido político mayoritario de Argentina, el peronismo, estaba proscripto. En ese contexto los «planteos» o presiones de las fuerzas armadas a los presidentes de turno eran corrientes. Tiempo después el propio Quino reconocería la ingenuidad de haber ridiculizado a esos presidentes débiles, que terminarían por dar consenso social al advenimiento de los gobiernos «de facto». | ||||||||||||
Mundo de historieta | ||||||||||||
A través de un diálogo y un discurso lleno de ocurrencias y confusiones, de paralelismos y anagramas, Mafalda «deduce» los problemas del mundo, indaga posibles causas y hasta arriesga soluciones, pero cae en la trampa de la «lógica adulta» que anula cualquier alteración del orden establecido. Por eso a veces el cuestionamiento es directamete hacia el mundo de los adultos que lejos de entenderlo tampoco lo acepta, como si latiera en el personaje el mito del hombre bueno de Rousseau, en este caso relegado a la niñez. | ||||||||||||
Norte-Sur | ||||||||||||
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Mafalda encuentra razones al desigual desarrollo planetario desde la simple observación del globo terráqueo: ¡estamos «cabeza-abajo»! | ||||||||||||
Este - Oeste | ||||||||||||
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Desde su simple mirada, Mafalda entiende que no bastan las palabras para superar al mundo bipolar | ||||||||||||
La Revolución Cubana | ||||||||||||
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Acerca de la revolución que era noticia en esos años, aquí tenemos a Mafalda, en penitencia por invocar al Che Guevara. | ||||||||||||
El Comunismo | ||||||||||||
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La amenaza latente y a la vez inesperada, ante la que nuestra protagonista percibe y lo asocia hasta en los juegos infantiles. | ||||||||||||
Vietnam | ||||||||||||
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Mafalda busca entender la guerra deVietnam y las vinculaciones a veces resultan simplemente desopilantes. Aquí es ayudada por la «información» de las historietas de Felipe sobre el tema. | ||||||||||||
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En el mundo de Mafalda los entretenimientos infantiles son la lectura, la radio, el ajedrez, las revistas de historietas. Y la televisión también, cuyos cuestionamientos en los niños se iniciaban por entonces, mezclando aquí lo novedoso del pasatiempo con el momento político. | ||||||||||||
La mujer | ||||||||||||
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Una mirada -entre paródica y reflexiva- acerca de la condición femenina, en pleno desarrollo durante los '60. | ||||||||||||
Mafalda siempre | ||||||||||||
Muchos caminos llevan a Mafalda. El nuestro termina aquí y también empieza, porque hay algo en este personaje memorable que perdura y remite a nosotros mismos: a nuestra niñez, a las atentas lecturas -las viejas y las renovadas- sobre la caricatura de una niña vestida, con zapatos y pelo renegrido, y un moño en la cabeza. Es la historia íntima contenida en la historieta la que nos llega de cerca, la que nos visita lo que éramos cuando la leímos por primera vez, y lo que seremos cuando nos convoque, nuevamente, al juego caprichoso entre lector y lectura. Mafalda trasciende porque tiene cosas nuestras. | ||||||||||||
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miércoles, 30 de noviembre de 2011
Mafalda. Historieta con historia
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